sábado, 20 de septiembre de 2014

5.

No me lo pienso dos veces, sin dudar me aparto.
-¿Que haces?, ¿crees que puedes besarme así sin mas después de todo?
-Vamos, reconoce que aun sigues colada por mi, no te hagas la dura.
Le suelto una ostia con la mano abierta y le dejo el lado derecho de su cara rojo.
-Que te jodan imbécil.-Le digo antes de salir corriendo hacia mi casa.
Voy corriendo, son las 21:15, no es muy tarde pero me dirijo hacia casa, no me apetece seguir en la calle.
De repente, veo el cuerpo de una joven tirada bajo un árbol.
No puede ser, es Lucia.
Debido a que está tumbada boca abajo le doy la vuelta y le quito el cabello de su cara.
Tiene los ojos rojos, supongo que será de llorar.
-Lucía, despierta.
Abre sus pequeños ojos color miel, noto como no tiene fuerzas para parpadear.
-Oye, mi casa es aquella de en frente, levanta y ven conmigo.
La ayudo a levantarse, la sujeto de la espalda y apoya su brazo en mi cuello. Camina un poco coja, pero la puerta está a 5 metros.
Llegamos y saco las llaves, con ella sujeta en mi cuello, entonces, abro la puerta. 
Le ayudo a subir las escaleras hasta llegar a mi habitación. Una vez dentro, la tumbo en mi cama.
-Gracias por todo, Sandra.
-No me des las gracias, supongo que cualquiera hubiera hecho lo mismo.
-No, cualquiera no.
-Voy a traerte hielo, tienes un chichón en la cabeza que da miedo.
Ríe suavemente.
Me gusta su sonrisa, es dulce, bonita, como sus ojos.
Bajo corriendo por las escaleras, entro a la cocina, cojo hielo y subo a mi habitación.
Entro, me acerco a ella, se ha quedado dormida.
La tapo despacio para que no enferme, coloco el hielo en su chichón.
Mis padres vienen mañana, por lo tanto no duermen en casa.
Bajo al salón y me tumbo en el sofá. Como mañana es sábado y no hay instituto,no tengo que poner la alarma en el móvil.
Pasan 9 horas..
Algo ruidoso suena en mi mente, puede ser una pesadilla, el timbre del instituto, el despertador o cualquier otra de mis pesadillas de mierda, pero no, era solo el timbre de casa.
Abro la puerta...